NINGUNA NUBE QUITÓ EL BRILLO DE LA “OBRA MAESTRA”
Ascanio J. Nava Rodriguez
Oruro irrumpió en el universo, la ciudad se convirtió en arco iris polícromo y las calles pentagramas musicales, donde los devotos escribieron su fe en lenguaje de danza y algarabía. Munidos de entusiasta devoción mariana, miles de promesantes advocaron su peregrinación en loor a la Virgen del Socavón, patrona de los mineros y del folklore nacional, por Ley de la República y aceptación voluntaria de sus devotos.
Al estallido del primer llamado de la banda de los Mañasos, la comitiva diocesana antecedió a la imagen de la Virgen, que en lustrosa presencia damas cófrades la llevaron en andas, abriendo el recorrido de más de tres kilómetros que atestado de peregrinos llegados de todos los confines del mundo y nuestra Bolivia, saludan el paso de tan majestuosa presencia divina. Secundan autoridades y organizadores y se levanta el telón para dar paso a la maravillosa Diablada de Oruro. Primigenio grupo devoto que anticipa una inexplicable, excepcional forma de manifestar y hacer fe.
Es el sacrificio, la entrega, la resignación, el deseo, la necesidad, donde se convierte en discurso polisémico de formas y fondos que en su propio lenguaje usan símbolos e íconos de nuestra letanía indígena, de nuestro acervo cultural y religioso. Trajes, disfraces, atavíos, singularizan las identidades de diez y ocho especialidades de danza, ricas expresiones de igual vertientes culturales que hacen la fiesta.
Tanta belleza, pulcritud, estética de arte, solo puede compararse con majestuosas obras del conocimiento universal que genios símiles a Miguel Ángel, hacen de la perfección humana en el “David” o la cúpula de la Capilla Sixtina. Esas son referencias de grandeza en la elaboración de máscaras y caretas, de Diablos, Morenos, Llameros, Tobas, osos y el Mismo Arcángel Miguel.
Discurren las horas y rebasan la expectativa del consciente humano y subyugan la lógica ante la catarsis de tan enorme, grande y magnífica presencia de devotos convertidos en Diablos, Morenos, Inkas, Llameros, Kullaguas, Tobas, Caporales, Tinkus, Zampoñaris, Tarqueadas, Autóctonos, Estilizados, Suris, Doctorcitos, Wititis, K’antus, Wacas, Negritos y Kallawayas, que hacen en su ritmo imparable, incansable, inagotable vertiente de Cultura Boliviana.
Fue apoyada esta inescribible, indescriptible Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, por una parafernalia de detalles en cuanto a escenario y escenografía, donde se lucieron mega detalles de caretas mecánicas, luces multicolores, gentes que controlaron el paso bailado de los Conjuntos, mecanismos de seguridad impecables y el marco musical de profesionales en la música, que su forma y manera contribuyeron con ricas y exquisitas coreografías, alegrando graderías de visitantes que extasiados se sumaban a los sones en loca algarabía. Ni que decir de la factoría de artesanos bordadores, que dieron de su imaginario el mejor producto artístico en brocados de excelencia, y brindando para el hecho, impecables trajes de lujo y colorido.
Huelgan los términos de cualquier dicción que pretenda resumir en palabras esta maravilla. El Carnaval de Oruro en su versión 2012, fue impecable, el Sábado de Peregrinación como se debe llamar a esta espectacular forma de las culturas tradicionales y populares, donde se ratifica el encuentro cultural de bolivianos y bolivianas venidos de los diferentes departamentos, que como recios embajadores, hacen gala de su imponente representación en pro de la unidad de nuestro girón patrio.
Nada ni nadie podrá opacar ni crear sombra a esta genuina forma de religiosidad cultural imbuida en la fe a la Santa Patrona, la Virgen del Socavón, ni siquiera la pícara forma de desacreditar que se ocupo en la transmisión de los canales que llevaron fuera de Oruro y Bolivia, por sus señales ante el mundo esta Obra Maestra, mencionando como una crítica severa, la ignorancia, la imprecisión, la marcada tendencia de opacar y desvirtuar la maravilla, con imágenes y comentarios burdos y malintencionados, de quienes tuvieron a su momento la falta de ética y respeto para con los eximios investigadores invitados para darle pulcritud y fidelidad en la exposición científica en la explicación de cada uno de los componentes que hacen al fasto.
Quizá una nota negra y desagradable, que muestra más allá del profesionalismo técnico de de vanguardia televisiva, la improvisación que ha provocado en más de un orureño, el rechazo y reclamo pertinente de la forma del discurso visual y oral de los presentadores y técnicos de producción de estos dos canales.
La Virgen se merece todo, pero primero merece respeto, y danzarines, músicos y artesanos, ratificaron su sumisión devota y nada debe importar de impertinencias observadas. Bastó y basta la fe, y eso hace que Oruro ratifique en el contexto nacional y del globo, que somos porque merecemos y porque le damos contenido sustancial para que se nos reconozca, como OBRA MAESTRA DEL PATRIMONIO ORAL E INTANGIBLE DE LA HUMANIDAD, nuestro, y bien nuestro CARNAVAL DE ORURO.
(A.J.N.R. es Investigador y Escritor )
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